lunes, 19 de marzo de 2012

El 'Descubrimiento' de América. Ahora la Voz de los Pueblos Invadidos


Este ensayo fue el resultado de una intensa investigación documental, cuyo propósito es presentar la voz de las naciones invadidas. En cuanto a los vencedores, éstos ya han tenido tribuna para mantener su versión de los hechos durante más de 500 años, gracias a historiadores adulones que se han encargado de inculcarnos, desde nuestra niñez, la versión de los invasores.

Cuando Cristóbal Colón desembarcó en las costas del así llamado "Nuevo Mundo", creyó erróneamente --al menos, al principio-- que había llegado a las Indias Orientales; por ese motivo llamó indios a sus habitantes. Con el tiempo, a esta palabra se le incorporó una connotación despectiva para referirse a los descendientes de los habitantes originales de este continente. Es parte del legado de Colón.

Desde nuestros primeros años escolares, al tratar sobre el origen del hombre americano, se nos inculca la imagen de un ser semiprimitivo, escasamente vestido con un taparrabo, y con una lanza hecha de madera y pedernal en la mano. Pero lo que los conquistadores encontraron tanto en el antiguo México como en el Perú de los Incas no fue esa imagen estereotipada, sino pueblos civilizados, con organizaciones militares, civiles, y religiosas, con una bien desarrollada cultura que incluía un alto grado de avance en la agricultura, arquitectura, astronomía, matemáticas, y un noble código de ética y moral.

La venida de los conquistadores españoles y misioneros católicos romanos no fue una obra civilizadora, que aportara bienestar material o espiritual a los habitantes de la antigua América. Al contrario, estos aventureros trajeron consigo los peores vicios de su sociedad, iniciando a los nativos en la práctica de la mentira, el engaño, el robo, las inmoralidades sexuales, y contagiándolos con enfermedades venéreas. Todo lo cual contrastaba con las elevadas normas éticas de los habitantes originales de América, que en el Imperio Incaico se resumían en tres preceptos: (1) ama sua (no seas ladrón), (2) ama lulla (no seas mentiroso) y (3) ama kella (no seas ocioso).

Según el relato bíblico, la primera mentira en Edén fue introducida por una serpiente. En cambio, la primera mentira en el 'Nuevo Mundo' fue introducida por un cristiano español. Esto ocurrió cuando Cortés preguntó a un embajador de Moctezuma si su señor tenía mucho oro "porque era bueno para el mal del corazón, y que algunos de los suyos estaban lisiados de él”. Teotlili respondió que sí tenía".

2 comentarios:

  1. Que buena inciativa y esfuerzo, siga adelante distinguido escritor en pos de buscar nuestra identidad.

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  2. Hola, después de varios años sin atender este blog, por razones laborales, hoy me pongo al día y subiré algunas cosas

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